referencias científicas

que sustentan las propiedades saludables de la Kombucha

estudios

La Kombucha podría reducir el riesgo de enfermedad cardiaca.

La enfermedad cardiaca es la 1ª causa de muerte a nivel mundial (1). Estudios con ratas en laboratorio muestran que la Kombucha puede mejorar ampliamente 2 marcadores de la enfermedad cardiaca, el colesterol “malo” LDL y el “bueno” HDL, en tan poco como 30 días (2, 3). De manera aún más importante, el té (especialmente el té verde) protege las partículas de colesterol LDL de la oxidación, lo que se piensa contribuye a la enfermedad cardiaca (4, 5, 6).

La Kombucha podría ayudar a proteger contra el cáncer.

El cáncer se caracteriza por la mutación y el crecimiento celular incontrolado. En estudios in-vitro la Kombucha ayudó a prevenir el crecimiento y la propagación de células cancerosas debido a su alta concentración de polifenoles del té y antioxidantes (7, 8). Las propiedades anti-cancerígenas de los polifenoles del té y cómo estos trabajan no se entiende aún muy bien, sin embargo, se piensa que los polifenoles bloquean la mutación genética y el crecimiento de las células del cáncer al tiempo que promueven su apóptosis (muerte celular) (9). Por esta razón, no sorprende que los bebedores de té tengan muchas menos probabilidades de desarrollar varios tipos de cáncer (10, 11, 12). En cualquier caso, si la kombucha tiene o no propiedades preventivas anti-cancerígenas en humanos aún no ha sido confirmado. Se necesitan más estudios.

La Kombucha contiene antioxidantes.

Los antioxidantes son sustancias que luchan contra los radicales libres (moléculas reactivas que pueden dañar tus células –13). Muchos científicos creen que los antioxidantes presentes en la comida/bebida son mejores para tu salud que los de los complementos (14). Estudios en ratones de laboratorio encuentran consistentemente que beber kombucha regularmente reduce la toxicidad hepática causada por sustancias químicas tóxicas, en algunos casos hasta en un 70% (15, 16, 17, 18). Aún no habiendo estudios en humanos al respecto, parece un area de estudio muy prometedora para personas con enfermedad hepática. Muy probablemente sea por esta razón por la que muchas personas advierten como la kombucha les ayuda con la llamada “resaca” tras la ingesta de alcohol.

La Kombucha puede destruir microorganismos patógenos.

Una de las sustancias más producidas durante la fermentación de la Kombucha es el ácido acético (abundante en el vinagre). Como los polifenoles del té, el ácido acético puede destruir muchos microorganismos potencialmente perniciosos (19). La Kombucha parece tener un potente efecto antibacteriano, especialmente frente a bacterias causantes de infecciones así como a hongos de la Candida (20).